Entre Buda y un Samurai

Entre Buda y un Samurai
... en la vida breve.

lunes, 15 de marzo de 2010

Cohen y nuestro Chelsea Hotel.


Te recuerdo claramente en el Chelsea Hotel,
hablabas tan segura y dulcemente
besándomela sobre una cama deshecha
mientras en la calle te esperaba la limusina.

Ésas fueron las razones y ésa fue Nueva York,
nos movíamos por el dinero y la carne
y a eso lo llamaban amor, los del oficio,
probablemente aún lo es para los que quedan.

Pero te fuiste, ¡verdad nena?
Sólo le diste la espalda a la gente y te alejaste
Ya nunca volví a oirte decir: Te necesito, no te necesito. te necesito, no te necesito.
Mientras todos te bailaban alrededor.

Te recuerdo claramente en el Hotel Chelsea.
Ya eras famosa, tu corazón era una leyenda.
Volvías a decirme que preferías hombres bien paecidos,
pero que por mí harías una excepción.

Y cerrando el puño por los que, como nosotros,
están oprimidos por los cánones de la belleza
te arreglaste un poco y dijiste: No importa, somos feos pero tenemos la música.

Pero te fuiste, ¡verdad nena?
Simplemente diste la espalda a la gente y te alejaste
Ya nunca volví a oirte decir: Te necesito, no te necesito. te necesito, no te necesito.
Coreándote todos alrededor.

Y no pretendo sugerir que yo te amara mejor
No puedo llevar la cuenta de cada pájaro que cazaste.
Te recuerdo claramente en el Hotel Chelsea.
Eso es todo, no pienso en ti muy a menudo.

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