La realidad es un estado transitorio anterior al sueño,
una verdad a medias.
El amor la fiesta sin calendario,
una luna caprichosa que asoma sin pedir permiso.
El olvido es al hombre como las piedras al río,
siempre tocándose.
El deseo es un caballo que quiere cruzar el mar,
una fogata azul.
Es la memoria la raiz de los zapatos,
el pozo del alma,
dónde comienza el pensamiento.
M.M.
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