Familia, amigos, promesas, banderas rotas, recuerdos al otro lado de la luna. Decepciones, alegrías... tantos que se fueron quedando por el camino. Y es complejo mantenerse firme dentro de tantas tormentas, levantarse una y otra vez, reconstruirse.
Es la vida, con su mirada clara y sincera. Implacable.
Todo es arrollado por el tren del tiempo, que ni comprende ni entiende, ni escucha.
No es una rendición, todo lo contrario. Es intentar salvar el pasado y agarrarse al mañana.
Y no es fácil, sobre todo para alguien como yo.
Si, guerrero, inquieto... pero en realidad un romántico sin arreglo.
¿Rebelde? - siempre - pero ya digo que una guerra diaria para un romántico que sigue creyendo en los viejos sueños, que la amistad es
lo primero, la de siempre y la que venga.
Alguien que peleará por sus ideas, por su forma de vida.
por como diría Neruda "Un Canto General".
Se que unos cuantos me entenderán. - (texto/foto MM) -
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